La infraestructura turística debe ser adecuada para manejar el flujo de visitantes sin comprometer la integridad del sitio arqueológico. Por lo tanto, es vital que las autoridades implementen políticas de turismo sostenible que equilibren el bienestar económico con la conservación del patrimonio. La imagen del Atlante, con su imponente figura y su rica historia, ha logrado trascender el tiempo, convirtiéndose en un símbolo que representa la fortaleza y la riqueza cultural de México. Su presencia en la cultura popular no solo destaca su valor histórico, sino que también invita a las nuevas generaciones a explorar y apreciar sus raíces.
- El uso del Atlante en discursos políticos y sociales ha reforzado su estatus como un ícono de la identidad nacional.
- Finalmente, fueron los toltecas los que lograron controlar la zona, lo que se prolongaría hasta el surgimiento de los aztecas.
- Esta historia, como tantas otras en la era de Mesoamérica, comenzó a escribirse tras la caída de Teotihuacán.
- Tanto su altura como sus manos mutiladas, sugiere que estas piezas debieron haberse empotrado en alguna superficiepara funcionar como altares de edificios importantes.
- Algunos historiadores afirman que fue durante su reinado cuando se construyeron los atlantes, aunque este hecho no ha podido ser probado con certeza.
El edificio más importante hasta ahora encontrado es el denominado Palacio Quemado, al noreste de la plaza. Según los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, ese palacio era el eje central de la construcción de la ciudad. Dentro de ese periodo histórico, los mejores años de la ciudad se produjeron durante el gobierno de Ce Ácatl Topiltzin, un monarca que ejercía tanto el poder político como el religioso.
Significado de atlante y función de las figuras
Este interés no solo impulsa la economía, sino que también promueve una mayor conciencia sobre la importancia del patrimonio arqueológico. El proceso de construcción de las esculturas del Atlante de Tula implicaba varias etapas. Primero, se seleccionaban bloques de tezontle de tamaño adecuado, que luego eran trasladados al sitio de construcción. Una vez en el lugar, los escultores comenzaban a esculpir la piedra en bruto, siguiendo un diseño preestablecido que reflejaba tanto la estética como la simbología de la cultura tolteca.
El encuentro con los Atlantes en la Zona Arqueológica de Tula (
Su función era sujetar el techo de la pirámide B, localizada en la zona conocida como Tula Grande. Esta fue una zona que dejaba ver el amplio desarrollo de la ciudad, así como su importancia en el ámbito político, social y comercial. El armamento y la forma de portarlo también lo encontramos en las esculturas; así los cuatro atlantes empuñan, con la mano derecha, el átlatl, una especie de lanzadardos que servia para cubrir mayor distancia. En la izquierda levan cuatro dardos largos, un arma curva y un recipiente, en el antebrazo cargan un cuchillo sostenido por un brazalete. Los Atlantes muestran el armamento de la época en forma de mariposa, varios cuchillos, alguno en la mano y otros en los brazaletes, así como tienen un lanzadardos. Como estas figuras han despertado la imaginación de los estudiosos de la cultura tolteca, se ha especulado con infinidad de interpretaciones y leyendas sobre los Atlantes de Tula.
Descripción del Atlante de Tula
Los Atlantes de Tula son un increíble patrimonio arqueológico que evoca el pasado prehispánico en un asombroso complejo arqueológico legado por la civilización tolteca. 2, 16 de Enero (El Tesoro ), El Salitre, en Tula de Allende, Hidalgo, México, a unos 100 kilómetros de la Ciudad de México. Estas son cuatro figuras con forma o apariencia humana que pertenecen a la cultura tolteca, y se les conoce popularmente como atlantes de Tula. Algunos se integraron en otras culturas, mientras que otros continuaron viviendo como grupos independientes. Aunque los Toltecas desaparecieron como civilización, su influencia en la cultura mexicana contemporánea aún perdura.
Se encuentran dentro de la zona arqueológica de Tula, sobre la pirámide B, de hecho su construcción tenía como principal propósito sujetar el techo del templo ubicado en la cima de la pirámide, de ahí el nombre de atlantes. Los arqueólogos han llegado a la conclusión que estos gigantes de piedra sostenían el techo de este importante templo. Actualmente, son el testimonio del talento artístico y técnica única de la cultura tolteca. Conocida también como ciudad del tule, en este municipio hidalguense se formó parte del centro cultural y político de la civilización tolteca en los años 713 después de Cristo, hasta el año 1170 después de Cristo. El legado de los toltecas se construyó a lo largo de más de 400 años a través del arte y la arquitectura. La historia de América está repleta de civilizaciones antiguas que han dejado un legado cultural y arquitectónico impresionante.
En sus cabezas hay tallado un tocado de plumas y de piel de serpiente, lo que los relaciona con el dios Quetzalcóatl, la serpiente emplumada. Eo Consultora Turística La cara, por su parte, está compuesta por unos ojos con las cuencas vacías y una boca. Por último, desde el punto de vista de la religión tolteca, los atlantes eran una ofrenda a la serpiente emplumada. Durante algunos siglos, el poder militar tolteca fue extendiendo sus dominios hasta controlar un territorio que iba desde el centro de México hasta el Yucatán. La caída de Teotihuacan dio paso a un periodo en el que varios pueblos mesoamericanos lucharon entre ellos para heredar su hegemonía. Finalmente, fueron los toltecas los que lograron controlar la zona, lo que se prolongaría hasta el surgimiento de los aztecas.
En Hidalgo se ubica el Corredor Turístico de la Montaña, donde Huasca de Ocampo emerge encantador a tan sólo 40 kilómetros de Pachuca. En la plaza Principal se construyó un altar debajo del cual se ha descubierto un escondite con 33 vasijas, muchas de ellas fabricadas en Culhuacan, en el centro de México, así como figurillas huecas procedentes de diversos sitios del valle. Frente a él, se encuentra un Chacmool, figura reclinada de un sacerdote en cuyo pecho descansa un recipiente en donde se depositaban ofrendas a los dioses. A 88 km de Pachuca, la capital de Hidalgo, y 93 km de la ciudad de México.Carretera Tula-Iturbide km 1. En su marcha hacia el sur, este grupo de exiliados fusionaron su cultura y tradiciones con los mayas y construyeron Chichén Itzá su nueva capital.
Al aprender sobre este símbolo, los estudiantes desarrollan un sentido de responsabilidad hacia la conservación de su historia y su identidad. Además, el Atlante ha sido objeto de estudios académicos que han buscado desentrañar su significado y su lugar en la historia. Investigadores y antropólogos han explorado su simbolismo y su influencia en la cultura contemporánea, lo que ha ayudado a reafirmar su importancia en el imaginario colectivo. Los cuatro atlantes de Tula fueron esculpidos en piedra basáltica, un material de gran dureza. Su altura alcanza los 4,5 metros y se calcula que pueden pesar entre 8 y 8,5 toneladas.
Se utilizó una técnica de construcción que incluía el uso de muros de piedra y sistemas de soporte que permitían que las estructuras fueran estables a lo largo del tiempo. Los toltecas demostraron un notable conocimiento en ingeniería y arquitectura, lo que les permitió crear edificaciones que han perdurado hasta nuestros días. La construcción del Atlante de Tula y su entorno inmediato implica una serie de técnicas y materiales que eran innovadores para su tiempo. La elección del tezontle como material principal no solo se debe a su resistencia, sino también a su capacidad para ser trabajado con herramientas de piedra, que eran las más comunes en la época.
Su postura erguida y su vestimenta militar, que incluye elementos como el escudo y la hacha, refuerzan esta idea de fuerza y autoridad. El Atlante de Tula es una escultura monumental que representa a guerreros toltecas, conocidos como los "Atlantes". Estas figuras, que se encuentran en la cima de una estructura conocida como el Templo de Tlahuizcalpantecuhtli, son impresionantes no solo por su altura, que oscila entre los 4.5 y 5.5 metros, sino también por su cuidadosa elaboración. El Atlante de Tula es una de las obras más emblemáticas de la antigua civilización tolteca, que floreció en el centro de México entre los siglos X y XII d.C.